Es posible que ya os hayáis dado cuenta porque lo venimos anunciando a bombo y platillo por twitter, facebook y básicamente cualquier medio a nuestro alcance, pero por si alguien no se había enterado, aquí lo proclamo again: Pocket Invaders is back!! Y esta vez la web se ha convertido en un portal 2.0 de lo más majo. Si te gustan los videojuegos tienes análisis, noticias y curiosidades hasta hartarte. Y si no te gustan, también están las secciones fantasías inanimadas y crónicas frikis, donde unos artistas del pincel y de la pluma modernos nos deleitan con sus obras, a medio camino entre la sátira y la crónica humana.
PD: la captura tan 2.0 de la web es cosa de Ricochi. Yo se la he quitado de The Big Bang Blog, sitio por el cual también solemos hacer tropelías.
Akira Toriyama, el creador del mítico manga Dragon Ball e indirectamente culpable de ese mundo de caótica fantasía que puebla mi mente, publicó a los 23 años sus primeras páginas en la prestigiosa revista Shonen Jump. Hasta entonces tenía un aburrido trabajo de oficinista que acabó cambiando por otro igual de estresante pero mucho más gratificante: ser el mangaka más reconocido del mundo.
Por alguna extraña razón, cuando yo cumplí esa misma edad pensé que algo de esto también me podía pasar a mi, aunque fuera a pequeñísima escala. Ahora cumplo los 24. ¡Qué diablos, Toriyama ya me llevaba como mínimo un año de ventaja! Y podría quejarme mucho de lo mala suerte que he tenido, de que no soy lo suficientemente bueno y tal, pero eso sería en el caso de haber hecho algo, porque en realidad ni siquiera lo he intentado. Por mucho que nos moleste reconocerlo, suele ser cierto eso de que tenemos lo que nos merecemos. Me gustaría decir que a partir de ahora todo va a cambiar, que me voy a levatar por las mañanas con ganas de hacer cosas y que voy a sacar adelante algunos proyectos, pero cuando no es una cosa es otra y al final todo se queda en nada. El mundo está lleno de buenas intenciones que luego se quedan sólo en eso.
Y si me estoy equivocando, que venga mi yo de los 25 años a darme dos bofetadas y que me demuestre lo que he sido capaz de hacer. Por lo pronto ya he firmado un atípico trato con Ricochi para no dormirme en los laureles. A ver qué pasa.
Bancaja es uno de los pocos bancos cuya publicidad me gusta. No van de falsos buenos samaritanos ni se pasan diciéndote que su banco es el que te va a dar un par de perras más cuando tengas ahí tus ahorros unos meses. Simplemente van de guays, y les queda bien.
Hace poco han comenzado una campaña de publicidad viral que me encanta. El histórico actor Bud Spencer protagoniza su último spot de televisión. Al pobre Bud el cajero de Bancaja no le funciona y se va dando sopapos y manguzadas a todo el que se cruza por su camino. Todo esto para decirte que Bancaja se compromete a devolverte el doble de lo que te quieran clavar por comisión en otro cajero. Pues muy rico.
El anuncio me resulta muy divertido y me gusta mucho. Imagino que esto le pasará a mucha otra gente en cuyo imaginario particular las películas de tortazos de Bud Spencer y Terence Hill conforman una nebulosa de tiempos felices.
Pues bien, los responsables de márketing de Bancaja saben qué cuerdas tocar. Y ahora han hecho un juego promocional con esta campaña como base.
El concepto es muy sencillo: se nos muestra el vídeo del spot televisivo casi tal cual, solo que cada vez que Bud suelta un mamporro no suena nada. Para eso tenemos un botón bien hermoso que debemos pulsar en el momento adecuado y así activar el cómico sonido de una galleta como dios manda. No vale pulsar el botón muchas veces a lo loco, porque se pierden puntos si se pulsa a destiempo. Tiene que ser en el momento justo del impacto. Cuanto más sincronizado sea, mayor será la puntuación.
Quien alcance los 800 puntos, podrá llevarse un petate de Bud Spencer (hay que aclarar que no es necesario ser cliente de Bancaja). Es bastante dificil, yo llevo media tarde intentándolo y no consigo más de 650 puntos. De hecho no sirve de mucho memorizar el vídeo, porque las escenas de en medio se reproducen de forma aleatoria cada vez que se juega y para pulsar en el momento adecuado hacen falta reflejos de lince. Aquí os dejo el jueguecillo. Suerte y si os sobran puntos, ¡pasádmelos porfis!
Quien me conozca un poco sabrá que no me apasionan los juegos de velocidad en general. Pero es concretamente la simulación lo que me aburre por lo difícil que resulta y el complejo control que exige al jugador.
Sin embargo, los juegos de velocidad tipo arcade, mucho menos realistas y más espectaculares, sí pueden llegar a engancharme. El descerebrado Crazy Taxi o el soberbio Midnight Club Los Angeles son dos títulos en los que me he pegado buenas viciadas.
Ahora me acabo de enterar de la existencia de la saga Road Rash, un arcade de velocidad protagonizado por moteros bastante bestias. Aunque no conocí los juegos de Megadrive ni los de PSX, me ha encantado un vídeo del remake que se está preparando para las consolas next-gen, y seguramente también para PC. El juego se encuentra todavía en una fase muy temprana del desarrollo, pero aún así es capaz de transmitir una sensación de velocidad única. El rugido del motor, la animación del motero y los movimientos que puedes realizar para derribar a los otros competidores me parecen estupendos. Y eso que los fondos y los vehículos de la carretara todavía se muestran sin texturas. Si el apartado gráfico se cuida lo suficiente y la jugabilidad es buena (el vídeo ya apunta maneras) este juego va a ser la bomba, ya veréis.
Esto sí que es un notición. Para todos los que profesamos amor verdadero por Blacksad, la obra magna de Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales, hoy es un gran día. O por lo menos lo es desde que me he enterado de que el cuarto tomo de la serie no sólo está en proceso, si no que ya podemos ver una página:
He ripeado vilmente esta imagen de la página Blacksadmania. Aunque está en francés hay información bastante completa de este cómic y otros trabajos de los autores.
Ahora vamos a especular con lo que se ve: un tipo manipulando algún tipo de veneno y disfrazándose de diablo. ¡Esta vez Blacksad se enfrentará a una secta! O a lo mejor no, pero tiene toda la pinta. Y apuesto a que el personaje que se ve en la página es una cabra. Primero, porque guardaría relación con el personaje con el que se disfraza, y segundo, porque en la primera viñeta no se ve su cara pero se intuye una prominente barba de chivo :p
La semana pasada Rick y yo fuimos a ver Malditos Bastardos al cine. La única sesión a la que nos daba tiempo llegar era a la de los cines Avenida y, aunque fuera una casualidad, no podemos estar más contentos de haber visto esta película en versión original subtitulada.
En el film se habla francés, inglés, alemán e italiano. La alternancia de estos idiomas tiene un gran peso en el argumento y además sirve para protagonizar algunos de los momentos más divertidos de la película. Realmente tengo curiosidad por ver cómo han solventado este “problema” en la versión doblada al castellano.
Malditos Bastardos es, en palabras de mi amigo Klein Brotherhouse, una “stravaganza sublime” de Tarantino. No puede tomarse como una película bélica, ni mucho menos como una película histórica a pesar de situarse en un contexto histórico real. Tiene el sello único e inconfundible de Quentin, y como tal debe ser reconocida.
La película dura aproximadamente dos horas, pero en ningún momento se hace pesada. Los diálogos, largos y extremadamente cuidados, junto con las situaciones inverosímiles e hilarantes consiguen mantener una tensión contenida (increíble la escena de la cantina). Los personajes originales y carismáticos que protagonizan el film se encargan de hacer el resto. Aquí algunos de los principales:
Brad Pitt interpreta al lugarteniente Aldo Raine, un personaje frío, resolutivo e incapaz de sentir miedo. Su descarada actitud de americano prepotente consigue levantar más de una sonrisa en las situaciones crudas y violentas en las que se ve envuelto.
Christoph Waltz interpreta el coronel Hans Landa de las SS, un detective nazi encargado de buscar judíos en la Francia ocupada. Consigue crear uno de los hijos de puta más grandes de la historia del cine, un lobo con piel de cordero que usa palabras amables y corteses cargadas de veneno.
Mélanie Laurent encarna a Shosanna Dreyfuss, una superviviente judía que buscará la venganza que se merece. Una interpretación cargada de fuerza, belleza y determinación.
El humor y la violencia explícita son la piedra angular de este film, al igual que en todo el cine de Tarantino. Hitler y Goebbles aparecen representados no sólo como unos genocidas locos, sino también como unos individuos imbéciles y patéticos. Cuando algún nazi cae en las manos del batallón de los bastardos, le espera una muerte cruenta y si con suerte consigue que le dejen vivo, se llevará una marca muy especial para que no se olvide de este encuentro.
Una película a la que hay que acercarse sin ningún prejuicio y con la predisposición de dejarse sorprender. Puede que la historia no fuera del todo como lo narra la película, pero sin duda Tarantino ha filmado el final que muchos habrían deseado para la Segunda Guerra Mundial. Dejadle desfasar, es lo que mejor se le da.
Como bonustrack, teniendo en cuenta el carácter videojueguil de este blog, dejo un trailer-parodia de la película original que me ha parecido genial: Inglorious Plummers, en el cual los bastardos son Mario, Luigi y compañía y los nazis el imperio del rey Koopa. Sólo para extremadamente freaks:
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Ilustración para un concurso de camisetas de camisetas cuyo tema principal
es el agua.
Si os resulta maja no dudéis en votarme, yo lo haría.
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Athlete Balls in walls Juego para uno o dos jugadores, maneja este personaje con una carretilla a la espalda, tu misión es eliminar el suelo del contrario para tirarlo al vacio
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http://www.reflexive.com/index.php?PAGE=WebGamePlay&WGID=94 Un relajante juego que consiste en atrapar figuras geométricas al son de la música de un piano. Las formas amarillas multiplican la puntación y las rojas la reducen. Otras piezas moradas, más extrañas, permiten aumentar la puntuación rápidamente.