sábado, 28 de junio de 2008

Lo más chungo de la facultad


Ains, no se me ocurre nada mejor que este dibujillo para definir la situación actual de la carrera en su recta final. Nos acompañó en la apoteósica entrega del reportaje, pero creo que también me sirve como ejemplo de lo acabado que estoy y de todas las asignaturas que me van a ir quedando ahora. ¿Haré alguna vez algo de provecho? Es una pregunta retórica, ya sabemos la respuesta.

jueves, 5 de junio de 2008

The X Files vol.1 EL PLANETA DE LAS CUCARACHAS


Hace mucho tiempo que tengo escaneados fragmentos de mis más que humildes comienzos en esto de hacer garabatos. En realidad, creo que el cómic más antiguo que dibujé era "Kiwi" o algo por el estilo, pero era un renacuajo y ya no tengo ni idea de por dónde andará eso, si es que existe todavía. Por eso voy a empezar ya desde mi etapa juvenil. Comencé muchas cosas pero nunca las terminé, como Leonardo Da Vinci (toma comparación). El caso es que las historias eran una mierda, deliberadamente. En mi cabeza estaba cocinando argumentos mejores, pero no quería que se vieran empañados por un dibujo demasiado imperfecto y feo. Por eso las ideas de las que partía siempre eran propias de las películas de serie B, pero de las lamentables. Quería ver cómo podía conducir una historia tan absurda y de paso ir mejorando el dibujo con la práctica. Ahora entiendo que si la historia no tiene chicha ninguna y no te atrapa, es normal que te aburras y lo acabes dejando.



A ver, empecemos por el principio. Mi idea inicial era hacer una especie de serie que parodiara a otras películas, comics, series, etc. (muy original, como podréis comprobar). Pensé un nombre provisional, Crossovering, pero me parecía demasiado genérico, así que lo dejé en el aire. El protagonista de la serie era Alex (nombre provisional), un reportero de una revista de ciencia y el profesor Freak (dios, qué vergüenza de nombre, también provisional!). Alex, siguiendo la estela de Tintin, se metía en todos los fregaos que provocaban los inventos del doctor Freak este. Por supuesto todo sería desfasado, y cada historia independiente y totalmente distinta de las demás. De esta forma pretendía no tener que estar inventando nuevos personajes (esa es la ley del mínimo esfuerzo)y pensé que acabaría cogiéndole cariño a los personajes protagonistas.





El primer cómic que hice así en plan bestia fue El Planeta de las Cucarachas. Creo que lo hice estando en 2º de bachiller, con 17 años o así. Este en realidad fue el único que llegué a terminar entero a lápiz, pero me pareció un desperdicio absoluto de tiempo tratar de pasarlo a tinta. Fueron 48 paginazas insufribles. Partía de una idea que había visto en un capítulo de las Super Nenas (esto os lo puedo explicar luego en los post, si alguien se interesa), mezclado un poco con la acción de la película de Star Ship Troopers. A mitad del comic me di cuenta de que lo que parecía una historia mala, era en realidad horrible. El protagonista Alex viaja al futuro con un invento del profesor Freak, y se encuentra con un mundo post-apocalíptico en el que unas cucarachas mutantes enormes luchan contra los humanos supervivientes por el control de la tierra. Hasta aquí, todo de lo más típico y normal. Pero esa era toda la historia planeada y desarrollé muchos detalles de forma equivocada. Pensar en esos detalles ahora es algo que me enerva. Por ejemplo, mirad si por entonces era relamido (aún más) que me daba penita que mataran a las cucarachas (tan adorables ellas, de 2 metros de alto y una mala leche enorme), por lo cual las armas de los humanos contenían un suero o un gas que las mutaba a su estado normal, para que volvieran a ser insectos inofensivos. El doblepensamiento me decía: 1. tío, pobrecitas, no las mates y 2. ¿qué gilipollez es esa del suero? eso es más absurdo que el resto del cómic entero! Creo que este conflicto interno ya me hizo empezar mal.



El dibujo, por supuesto, carecía de cualquier tipo de planificación y tiene más errores formales que viñetas por página. Cuando iba por la mitad pensé en abandonarlo, pero me encabezoné en terminarlo y empecé a pasar de dibujar cualquier elemento de fondo y casi todo lo que hacía eran planos medios de los personajes, estáticos como perretes de porcelana, mientras soltaban los diálogos más patéticos que me venían a la cabeza de forma automática. Aún así, algunas viñetas tuvieron su gracia, pero hay que escarbar mucho para ver algo medianamente digno. Por supuesto, las imágenes que he ido poniendo son de lo mejorcito que hay entre todas las páginas. Así que ya os podéis imaginar cómo era el resto.



P.D: me gustó el zoom in sobre la cucaracha del final con mirada aviesa. Acompáñese su lectura visual con unos acordes que suenen así: CHAN!, CHAN!, CHAN! Lo saqué de un capítulo de los Simpsons, como no podía ser de otra forma.