miércoles, 31 de octubre de 2007

Una mirada al infierno: Clive Barker´s Jericho


El equipo Jericho al completo

Ya estaba tardando en hacer una referencia a este juego, que por cierto, se ha desarrollado en España, en el estudio MercurySteam de Madrid. En los videojuegos, al igual que en el cine, los españoles tendemos a sentirnos especialmente orgullosos de los productos nacionales, especialmente cuando demuestran ser de calidad.

El polifacético escritor de historias de terror Clive Barker ha colaborado activamente en la realización del videojuego. No es la primera vez que Barker trabaja en un videojuego, ya lo hizo tiempo atrás con el menospreciado Undying. Pero en aquella ocasión sólo prestaba sus ideas, mientras que esta vez ha estado presente durante todo el proceso creativo. Los personajes concebidos por Barker son una representación del dolor y la tortura eterna. Abundan las vísceras, las mutilaciones y los baños de hemoglobina, por lo cual no será recomendable para los más aprensivos.

El juego se presenta en forma First Person Shooter, pero no será un FPS al uso. De hecho, una de sus principales bazas será el trabajo en equipo. Con esto no quiero decir que se trate de una especie de Rainbow Six, en el que la situación está más medida que en una partida de ajedrez. El gatillo fácil y la acción rápida primarán en Jericho, pero lo cierto es que manejamos a un equipo compuesto por varios soldados, cada uno con distintos poderes.

La historia se centra en la llegada del Primogénito, el hijo desterrado de Dios que pretende traer consigo el Apocalipsis. En la ciudad de Al Khali, donde se supone se encontraba el Edén, empiezan a suceder fenómenos extraños. El comando Jericho llega al lugar y pronto descubre una brecha espacio-temporal. El Primogénito vuelve a la Tierra cada cierto tiempo, y en cada viaje se lleva una parte de nuestro mundo a su particular infierno. El argumento, y sobre todo las líneas de diálogo (dobladas al castellano) han contado con la supervisión del propio Barker, con lo cual la historia promete desarrollarse de forma interesante y los personajes pueden conseguir identidad psíquica más allá de sus habilidades de combate.

Al principio del juego encarnamos al capitán Devin Ross, cuya habilidad es la curación psíquica. Pero al poco de comenzar la aventura, Ross cae herido de muerte. Lejos de querer irse al otro mundo, la voluntad de Ross le permite permanecer aquí, poseyendo los cuerpos de los demás miembros del comando (una forma muy inteligente de justificar la alternancia entre un personaje y otro). Pero todos los soldados tienen características únicas que, combinadas, servirán para derrotar a los distintos monstruos: uno maneja armas pesadas y magia de fuego, otra es una francotiradora y ralentiza el timpo, otro tiene poderes psíquicos, otra es una hechicera que utiliza pistola y katana… Pero sin duda, a primera vista, el personaje que me parece más molón es Paul Rawlings, un sacerdote exorcista vestido a lo Matrix con dos pistolas llamadas Fe y Destino :P

En su afán por hacer que cualquier detalle dentro del juego sea coherente, los cadáveres de los demonios abatidos son devorados por un enjambre de moscas. De esta forma se justifica el hecho más que asumido por tantos otros juegos de la desaparición de los cuerpos muertos.

Pues eso, un FPS que aprueba con nota en los gráficos, promete un desarrollo original, mucho terror e imágenes de lo más gore. No apto para los más sensibles(o sea, para mí). Por cierto, hablando de juegos españoles, tengo que hacer algún día un análisis crítico de Blade: The Edge of Darkness, que ya tiene unos añitos. Un juego injustamente desconocido, para mí una obra maestra de los videojuegos de factura nacional.